
Vázquez Larroca abogados consigue una condena de cárcel para la empresaria de la agencia de viajes que estafó a varios clientes
La noticia fue recogida por El Correo.
Pena de cárcel para la dueña de una agencia de viajes de Bilbao por «estafa continuada»
La empresaria acepta una condena de 21 meses de prisión por engañar a numerosos clientes que recurrieron a ella para organizar sus vacaciones
El Juzgado de lo Penal número 5 de Bilbao ha condenado a 21 meses de cárcel a Amaya A., responsable de la agencia de viajes bilbaína Santutxu Munduan, por un delito de «estafa continuada». Esta mujer engañó de diversas maneras y durante un largo periodo de tiempo a, al menos, una decena de personas que recurrieron a ella para organizar sus vacaciones o viajes al extranjero. La acusada, que no tenía antecedentes penales, reconoció los hechos antes de que se dictase sentencia, lo que le ha permitido conseguir una rebaja de la pena que, previsiblemente, le evitará entrar en prisión. También deberá indemnizar a las víctimas.
Las estafas por las que ha sido condenada comienzan en 2019 y se alargan hasta finales de 2021. En la mayoría de los casos, los engaños se producen durante la pandemia del Covid-19. Era un momento en el que cientos de miles de personas tuvieron que suspender o aplazar sus vacaciones por las restricciones de movilidad. Y fue en ese contexto de incertidumbre en el que los afectados vieron cómo se esfumaba el dinero que habían depositado en la agencia de viajes. En muchos casos, cuando los clientes le pedían explicaciones, la condenada comenzaba a dar largas antes de cortar la comunicación de forma definitiva.
Los estafados habían contratado viajes de todo tipo. Justo antes del estado de alarma, uno de ellos pagó un anticipo de 1.900 euros para viajar a Kenia. En julio de 2020 el afectado recibió un correo de alguien que simulaba ser el operador del viaje en el país africano. Le pedía que ingresase 2.500 euros más en un número de cuenta -de la que era titular Amaya A.- para no perder el anticipo que ya había hecho. La víctima pidió la cancelación del viaje por «causa de fuerza mayor», pero la empresaria «no devolvió cantidad alguna».
Más casos. Una mujer compró un billete con destino a Punta Cana en diciembre de 2020 por 1.100 euros. Sin embargo, dos días antes del viaje le comunicaron en el aeropuerto que esos vuelos «no existían». Esta persona pidió explicaciones a la dueña de Santutxu Munduan. Le dijo que facilitaría un nuevo vuelo. Pero fue la última vez que supo de ella. No viajó ni logró recuperar su dinero.
Afectados
Muchas víctimas se dieron cuenta del engaño en el aeropuerto, cuando vieron que su vuelo no existía
Paraguay, Kenia, Venecia…
Muchos de los afectados tenían reservas para viajar a Paraguay. Varios de ellos se dieron cuenta del engaño el mismo día del vuelo, ya en el aeropuerto, cuando se disponían a facturar las maletas. En el mostrador de la aerolínea les explicaron que sus pasajes habían sido cancelados porque la agencia de viajes no había pagado la reserva que había hecho meses atrás.
En la sentencia de conformidad también hay un caso de un hombre al que no le devolvieron el importe de sus vacaciones en Venecia a pesar de que había contratado un seguro. Y una pareja que abonó 8.000 euros para viajar a Nueva Zelanda y que pidió la devolución del dinero cuando estalló la pandemia. La acusada -según el fallo judicial- «estuvo dando excusas hasta el día de hoy que sigue sin devolver el importe» de lo invertido.
En estas circunstancias, varios de los afectados comenzaron a organizarse para reclamar desde el verano de 2020. Lo hicieron a instancias de una bilbaína que había contratado un viaje a Madrid para ver un musical y que no conseguía que le devolvieran el dinero. Los perjudicados se quejaban ya entonces de las «constantes mentiras» de la agencia y de la falta de comunicación. Señalaban que, a pesar de que al inicio de la pandemia, la dueña les dijo que el dinero que gastaron iba a ser devuelto a cada cliente, meses después seguía sin llegar y no recibían respuesta. Se da la circunstancia de que muchos de los casos relatados en el fallo judicial se produjeron meses después de aquella primera protesta.
La condena de 21 meses por un delito de estafa continuada aceptada por la acusada llega cuatro años después de las primeras reclamaciones. Las acusaciones particulares y Fiscalía llegaron a un acuerdo con la empresaria, que deberá indemnizar a los clientes en función del perjuicio causado (desde 8.000 a 150 euros) y abonar las costas procesales. Eriz Vázquez, uno de los letrados de la acusación particular, se mostró «conforme» con la pena.
